Día 10: Las Maripiropos


Llegaba yo con media hora de retraso y entré deprisa a La Caníbal cargada con una bolsa enorme llena de lana y agujas varias.

Al fondo, enmarcada por las estanterías llenas de libros estaba Eva, que es casi siempre la primera en llegar. Había montado ya el chiringuito (¡ y que chiringuito!). Sobre una mesa tenía una… ¡Tricotosa!



Yo nunca había visto una, pero, junto al Quién es quién y el Quimicefa, ¿quién aquí de las que crecimos en los 80 no sabe de ellas? Bueno, el caso es que una amiga de Eva la había comprado de segunda mano y no conseguía averiguar como usarla, así que lo primero que hicimos el viernes fue ponernos a a ver como iba el cacharro, y al final entre Eva, Raquel y yo ¡lo logramos! 



Para cuando logramos tejer un poco con la Tricotosa, ya se nos habían unido Jesús y Carmen, y la merienda de cocas, té y café ya estaba lista.  
Una vez merendadas, empezamos a hablar del proyecto Piropearte. La primera conclusión que sacamos fue lo difícil que es echarse un piropo. Todas nos habíamos pasado días intentando encontrar ese adjetivo, esa palabra que poner en el “cartel” tejido que haremos para el día 13 de junio, pero no es tarea fácil por varios motivos que fuimos viendo. Por una parte los apelativos y calificativos, en relación al género toman diferentes connotaciones (positivas/negativas) y en relación a lo femenino, en más casos que menos, parecen tomar una forma más cercana al insulto que a la alabanza. Por otra parte, aunque ya de por sí se nos hiciera difícil encontrar un calificativo, usar solo una palabra para definirnos es obviamente insuficiente, de ahí también que surgiera una cierta aversión a encontrar y elegir "el piropo".


Eva además nos contó cómo ella, al costarle encontrar "el piropo", preguntó a amig@s y que algunas de las respuestas, aun y ser “positivas” e incluso halagadoras, le parecía que no tenían nada que ver con ella.

Poco a poco fuimos haciendo una lista pero aún así había algo que no acababa de encajar. Y de repente Jasús se acordó y nos contó como en el País Vasco, generalmente a modo cariñoso, se usa la palabra Mari delante de un adjetivo para dirigirse a alguén, tanto en masculino como en femenino. Así que se los añadimos a la lista de palabras y la cosa ya empezó a sonar mejor y a tomar cuerpo. Decidimos aquí que las que quieran pueden poner Mari delante de su palabra.

 


La sesión terminó mientras le dábamos vueltas a esta nueva idea y nos apodábamos “las Maris”.

De camino a la estación de metro, hablando con Eva de lo sorprendida que estaba por algunos de los “piropos” que le habían dicho sus amig@s, vimos que realmente solo un adjetivo es poco para definir a alguien, que hacen falta varios, a lo cual Eva concluyó: En realidad, ¡somos Polimaris!

Fue una tarde muy inspiradora para mi (me pirra pensar y hablar sobre el lenguaje y sus efectos), cogí el tren y me fui a casa dándole vueltas a la cabeza. Así seguí todo el fin de semana, y el domingo me puse a investigar lo del tema usar el Mari en el País Vaco. Cual fue mi sorpresa y alegría cuando descubrí a MARI, diosa principal de la mitología vasca y que se asocia a las montañas (ohhhhh!). De inmediato se lo dije a Jesús y me contesto con un “¡ES VERDAD! Nunca había pensado la relación”. Bueno, el caso es que si ya no estábamos lo suficiente emocionadas con el tema de los Maripiropos, esto nos acabo de redondear el asunto.

Representación iconográfica de Mari.


Y hasta aquí la crónica de este encuentro.

Unos añadidos a lo práctico:

1.  El próximo domingo 8 (Día internacional de la mujer) nos reuniremos a las 10h en el Centro de Cultivos Contemporáneos del Barrio para desayunar (que cada una se traiga algo para compartir) y hablar de el proyecto de las gotas. Después tenemos previsto ir a la mani que empieza a las 12h.
2.  Hemos tenido que hacer algunos cambios en las fechas de encuentro. Tenéis la lista puesta al día en la columna derecha aquí en el blog.
3. En los próximos dos encuentros en marzo haré un monográfico para enseñaros a tejer las letras con técnica de punto (27 de marzo) y en ganchillo (13 marzo). Después de cada monográfico, colgaré en el blog enlaces a vídeos y paginas con instrucciones para las que no podáis venir.

Ahora si, c’est fini.
¡Hasta la próxima!


Comentarios

  1. da un poco susto ver la palabra hombre en la lista y viene de que Carmen contó que le habían dicho que tenía "mente de hombre", y eso me recordó este texto de Ursula K. Leguin donde se presenta como hombre. Carmen, te lo prometí y aquí va:
    http://mason.gmu.edu/~ataylor/dvd_project/Readings/LeGuin%20Intr%20myself.pdf

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